El Parlamento del Mercosur abre sus puertas a la diversidad de la sociedad y convoca a un encuentro interconfesional sobre la libertad religiosa como Derecho Humano y las expresiones de fe y sus valores.
Es una instancia inédita en sus características, pues fuimos invitados por Presidencia del Parlasur como Foro Interreligioso a una gran reflexión en común en ese espacio parlamentario regional; plataforma inmejorable en su amplitud, estandarte de la democracia participativa; que posiciona al diálogo entre las distintas religiones en el máximo nivel ciudadano.
Es una instancia inédita en sus características, pues fuimos invitados por Presidencia del Parlasur como Foro Interreligioso a una gran reflexión en común en ese espacio parlamentario regional; plataforma inmejorable en su amplitud, estandarte de la democracia participativa; que posiciona al diálogo entre las distintas religiones en el máximo nivel ciudadano.
“Es importante saber cómo conciben los religiosos la integración latinoamericana desde el punto de vista de la espiritualidad”, dijo el Senador Martínez Huelmo, Presidente del Parlasur, y quien tuviera la iniciativa.
Tenemos mucho para pensar, decidir y trabajar los credos en Uruguay, juntos desde nuestras especificidades y unidos en la preocupación por mejorar el entorno social y el disfrute de los derechos humanos de las personas que los Gobiernos deben garantizar.
El rol de los actores sociales especialmente aquellos que concebimos el mundo desde la creencia en lo trascendente, debe predicar con el ejemplo y dar señales claras de confraternidad y desvelo colectivo por brindar lo mejor de nosotros en la búsqueda de una sociedad sin violencia y con equidad, donde primen los signos de respeto en la diferencia y donde sea posible la felicidad pública sin guerras, miedos ni amenazas a la integridad física y moral de nadie por ser o pensar distinto.
Un mundo sin violencias es el único mundo que engendrará la alegría necesaria para sobrevivir.
Las religiones tenemos la responsabilidad y el compromiso de brindar mensajes comunes de paz y entendimiento; de lo contrario, de nada o de poco servirán los servicios sociales, el asistencialismo, si no somos capaces de cambiar mentes y corazones, reafirmando los valores de una sociedad plural y pacífica hacia el desarrollo de las poblaciones locales, regionales e internacionales.
El hambre es una guerra sin misiles que mata y destruye, pues no hay peor agonía que la falta de esperanza en el futuro y peor desesperación de un padre o una madre, que no tener un trabajo digno para sostener a su familia. Mal se podrá acordar de Dios quien tenga el estómago vacío.
La caridad es un recurso de emergencia. Sin embargo, es mejor dar valores democráticos de igualdad de oportunidades, pues en un sistema republicano de gobierno, la pobreza y la indigencia material deben ser erradicadas, así como el espíritu debe ser alimentado de hábitos sanos en el relacionamiento comunitario.
La ceremonia de apertura con autoridades religiosas y gubernamentales será el martes 9 de setiembre a las 10:00 horas en el Edificio Mercosur Luis Piera 1992 (Ex Parque Hotel, Rambla y Jackson) Sala Plenarios. Luego habrá una jornada de debates, reflexión y conclusiones hasta las 17:00 horas.
La convocatoria es abierta. Reivindicar el derecho a la libertad de cultos como un derecho intrínseco y tan sensible de la humanidad, es un gran motivo para encontrarnos.
Vendrán invitados del Mercosur, y la idea es repetir esta experiencia en los diferentes países miembros para llegar a realizar una cumbre interreligiosa en años venideros.
La visión del mundo desde la fe es importante porque es fuente inagotable del entusiasmo de vivir.
¡Nos veremos allí!
