Padecemos una sequía nunca vista en Uruguay y no vamos a prescindir del recurso de la fe, además de los cuidados que como ciudadanía debemos tener.
Invocando, cantando, tocando o solo implorando en silencio y sin descanso en cada rincón del país, nos planteamos una semana entera y si hay que seguir seguiremos. Somos afroumbandistas en cadena de rituales por lluvias necesarias.
CREEMOS EN NUESTRAS ENTIDADES SAGRADAS Y HACEMOS LO QUE SENTIMOS; RELIGIÓN AFROINDÍGENA PARA LAS NECESIDADES DE LA VIDA. Con tambor, sin tambor, en grupo o individualmente, no dejemos de rogar por el fin de la sequía. EL MILAGRO ES PATRIMONIO DE LA FE, TENEMOS MUCHA. Y el poder de los tambores es grande.
Son varios templos y personas que coinciden en ceremoniales sostenidos en todo el país durante siete días mínimo. Toques y cantos de alabanza y ruego así sea uno solo o muchos. En la noche casi en susurro para no interferir con el descanso sonará la armonía de la música vocalizada. Los puntos y rezas son oraciones cantadas de llamado, pedido o gratitud. Estaremos de guardia religiosa sintonizando almas entregadas al pedido, preferentemente sin público para una mayor concentración y elevación astral.
En templos, casas o al aire libre, el objetivo es seguir para que la plegaria no pare. Es un compromiso religioso con la sociedad uruguaya que asumimos como ciudadanía afroumbandista. La finalidad es mantener la energía de la invocación, y todo esfuerzo es poco al lado de la crisis nacional por falta de agua.
El sentido de este sacrificio de tiempo y esfuerzo implorando sin parar que vuelva la lluvia suficiente para vivir normalmente, es procurar equilibrio en una naturaleza de la que abusamos y entonces hay descontrol de los recursos naturales que no valoramos en su tremenda importancia, hasta que sucede una catástrofe donde la humanidad casi siempre queda desvalida.
En las invasiones colonialistas siglo 15 en adelante, fue avasallada una cultura africana proveniente de la trata esclavista que se unió a las indígenas originarias en su veneración al medioambiente, pues el africano y aborigen tribal, sabían que esa naturaleza es imprescindible para la supervivencia de las especies. Se trata de una forma de creencia absolutamente vigente en medio del calentamiento global, efecto invernadero y más, causado por nosotros humanidad, que nos hemos alejado mucho de la fuente de la esencia de la vida.
Recuerden; convocatoria abierta a la que se suman quienes quieran y puedan hacerlo, no solo a la comunidad afroumbandista. El objetivo es que no se detengan los pedidos de la forma que sea. Es una invitación a la oración colectiva que abrimos a toda la gente; de la nuestra, de otras religiones o de ninguna. Lo importante es que haya siempre el gesto humilde de pedido. Yemanjá es la vida que nos ofrenda el agua, invocamos a Ella y a toda la familia Sagrada afroindígena. Y pidan al Dios que sientan suyo.
Hoy nos vemos en la obligación de levantar la mirada y observar al cielo y para los costados a nuestras y nuestros semejantes. Todo un mensaje. Ojalá logremos comprender para no volver a errar.
Orixás son la Naturaleza y la Humanidad es parte de Ella, aprendamos a cuidarla porque de ello depende nuestra existencia. ¡Axé de agua para la Vida y la Salud!
SUSANA ANDRADE
