viernes, 17 de junio de 2022

DANZA RITUAL AFRO Y EXPRESIÓN ARTÍSTICA: UNA MIRADA DESDE LA FE

Se trata de conciencia, respeto por lo sagrado y sentido común. Dada la desventaja social endémica, es urgente reivindicar la memoria ancestral africana y afroindígena para combatir la discriminación racial y el racismo en las llamadas américas y el caribe, Desde donde sea que se pueda, hay que apelar a la deconstrucción de los modelos excluyentes de subalternidad normalizada y violación de derechos humanos de la población afrodescendiente diaspórica. O al menos no aumentar la desigualdad con nuestras acciones impensadas, incluso en el arte, poderoso instrumento promotor de cambios sociales. Las danzas rituales se popularizaron para sobrevivir ya que fueron prohibidas por la dominación europea siglo XV, como toda manifestación cultural original de las poblaciones esclavizadas. Así el Candomblé fue acervo donde se nutrió el Candombe afrouruguayo hoy Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Las Sambas de Roda afro brasileñas devinieron formas de perpetuar las giras de axé tradicional, realizadas en la dinámica religiosa de los terreiros y así por delante. El Terecó, la Pajelanza, Santería, Palo Mayombe, Batuque, Kimbanda, Maracatú, María Lionza, Tambor de Mina, Xangó, Umbanda, Candomblé, Xiras de Eshú, Samba de Caboclos y tantos tesoros que contiene el legado afroamerindio por estas regiones. Hoy se escenifican las expresiones danzarias de Orixás y es una hermosa manera de recrear la cultura pues además de darla a conocer, presentan la belleza estética de los ceremoniales religiosos propios de la negritud víctima de la trata transatlántica y su descendencia. También son caminos hacia la comprensión de nuestra ética, nuestros valores de religiosidad y convivencia plural respetuosa de la diversidad, veneración a la naturaleza, cuidado de la familia, solidaridad comunitaria, principios ocultados adrede bajo el manto ruin de la demonización a la que nos condenó la invasión europea colonialista asesina, perpetrada por monarquías, eclesiásticos y banqueros de la época imperialista y sus crímenes de lesa humanidad, por los que sufrimos heridas irreversibles por las consecuencias del proceso diaspórico de desigualdad estructural y racismo sistémico hace más de cinco siglos las sociedades actuales. El arte es herramienta de cambios; usémosla en la profundidad de su importancia transformadora, democratizante y libertaria. No digo que no se baile identidad afro en un escenario, digo que lo hagan con conciencia de lo que están haciendo, teniendo presente la memoria étnico-racial, geográfica y colectiva, histórica y política del por qué y cómo esas culturas llegaron hasta acá, de dónde vinieron nuestras familias africanas antepasadas y en qué condiciones. Y a pesar de que nos traen alegría esos toques, movimientos y musicalidades, hay mucho dolor en esas pieles oscuras y sus costumbres, pues somos sobrevivientes de un genocidio y etnocidio sanguinarios, que a pesar de todo ha legado a la humanidad su amor por la naturaleza y por la vida en forma de ritos sacramentales. Mensaje de resistencia y resiliencia, de trascendencia infinita y total vigencia. En un mundo donde el consumismo capitalista, la modernidad y la tecnología desatadas, ponen en riesgo la sustentabilidad del planeta y sus habitantes; son tiempos de volver a las fuentes. Para empezar; las músicas, cantos y danzas de Orixás y Espiritualidades de las ceremonias religiosas afroumbandistas son las vías para administrar el culto. ¿Sabían eso? Esto se aprende cuando te inician y a lo largo del tiempo de aprendizaje, desenvolvimiento, ejercicios y desarrollo. La experiencia espiritual y doctrinal es importante, no precisas ser bailarín ni cantor, aunque sí es condición pasar años dentro de un terreiro o templo afroumbandista para expresar en cuerpo y alma, el sentido de la manifestación religiosa afro o afroamerindia, muchas preparaciones, retiros y ritos, enseñanzas litúrgicas, memorizaciones y hasta cuarentenas de purificación. Hay que aprender la historia, leyendas, su por qué, su fundamento, y qué estás haciendo cuando estás haciendo el homenaje o la invocación danzada, cantada y gestualizada, con manipulación de determinados elementos. Se aprende por repetición y transmisión oral al ejercer la religión y su culto. También es válido interpretarlas en los escenarios con amor, respeto y conocimientos estéticos y éticos. Sin dejar de lado la fundamentación cultural, el conocimiento del contenido espiritual. La fe. POR ESO HACEMOS ESTE LLAMADO DE ATENCIÓN QUE ES UNA INVITACIÓN A REFLEXIONAR. Nadie se disfraza de cura, de rabino, de pastor o pastora para subirse a un escenario e imitar una misa o un culto evangélico ¿verdad? Tal vez porque no haya un atractivo visual motivador en esa rutina sacramental, o porque la hegemonía cultural hace que no haya curiosidades, se sabe de qué se trata. Sin embargo, con los cultos afroumbandistas sucede la teatralización porque su fuerza reside en la manifestación ceremonial que posee una plástica contagiosa, sanadora y energizante, los propios mitos de la satanización, las leyendas, el oscurantismo universalizado a propósito; atraen. Veamos a grandes rasgos distintos aspectos de estas enseñanzas impartidas a través de movimientos, ritmos y musicalidad, porque cada eslabón de la cadena exigiría un análisis detallado. Es inabarcable la riqueza simbólica de lo sagrado afro que debió compendiarse, esconderse y codificarse para sobrevivir en cada detalle durante la esclavización. Por eso tan solo un color, es un mensaje cifrado. 1-Lo que la gente debería saber es que las entidades con bailes y movimientos, limpian el ambiente y las personas llevándose perturbaciones al ritmo de los atabaques y otros elementos. Los pies de danza y gestos de cada entidad son vías de limpiar lo negativo e impartir fuerza vital. 2-Hay mucha belleza y energía en estado puro en los pies de danza ritual de origen afro, es válido querer imitarlos, aprenderlos y recrearlos en un escenario, especialmente para quienes expresan corporalmente el arte. ¿Por qué en donde se enseña danza no se enseñan danzas afro sagradas a nivel de enseñanza media o universitaria? Para conocer a cabalidad la cultura africana hay que conocer su religiosidad que tiene formas específicas de manifestación; entre otras disciplinas; cantos, música, culinaria, vestuario, hierbas sagradas, leyendas, idioma y por supuesto danzas. 3-Hay sin dudas la necesidad de la búsqueda de una verdad sometida, que sufrió un quasi exterminio y sin embargo vive y es parte esencial de las américas avasalladas. Estaban los originarios, charrúas en nuestro caso, llegaron los invasores europeos a matar robar y destruir, y luego trajeron a la población africana esclavizada en la cruenta diáspora que legó al mundo la cultura negra. Esas tres raíces son la primera semilla del ser hoy una macroidentidad uruguaya en nuestro caso. HAY NECESIDAD HUMANA Y DE DERECHOS HUMANOS DE RECUPERAR ESAS RAÍCES OLVIDADAS Y MALTRATADAS DE LA HISTORIA. FUE GLORIOSO LO DE “GRANDE RÍO” EN BRASIL CON ESHÚ! 4-También ese sentimiento de recrear artísticamente los bailes rituales es una forma de visibilizar la existencia de culturas subalternizadas que se ha pretendido negar, y tienen un aporte social histórico y también vigente para compartir con la ciudadanía a la que pertenecen. Ser auténticos es poder. 5-Buscar y promover el fundamento tradicional, la esencia de los rituales, es la diferencia entre copiar e interpretar; cuando sientes el espíritu de lo que estás recreando o expresando en escena, estás traduciendo la vivencia de esa expresión artística en un lenguaje no escrito. Hay enriquecimiento de quien da y de quien recibe. La armonía es el resultado de un intercambio que tiene equilibrio astral y pureza. Hay legitimidad. QUE SE PROMUEVA DONDE SE REQUIERA, SIN PERDER EL CONTEXTO RITUAL MILENARIO PARA QUE CONSERVE LA RIQUEZA DE LA IDENTIDAD AFRICANA E INDÍGENA EN SU ESENCIA ANCESTRAL, Y HAYA MEMORIA DEL SUFRIMIENTO INENARRABLE DEL TRÁFICO TRANSATLÁNTICO. Fuimos obligados a olvidar nuestros orígenes y usos por quienes se enriquecieron comercializando personas y mano de obra gratuita de nuestras antepasadas y antepasados africanos y originarios, con quienes la mayoría de Europa hizo las fortunas que nos robaron al “nuevo mundo” y que hoy ostentan. La identidad espiritual nos daba resistencia y fuerzas para luchar por la libertad. QUE NO SE OLVIDE TODO ESE DOLOR AÚN EN MEDIO DE LAS CARCAJADAS DESAFIANTES O DE LOS GRITOS ATEMORIZANTES DE LAS GUERRERAS Y LOS GUERREROS AFRICANOS DIVINIZADOS. NO PODEMOS BAILAR UNA IANSÁ, UN XANGÓ, UNA XUREMA O POMBAGIRA SIN SABER EL CONTENIDO ESPIRITUAL DE SU DANZA, SU PSIQUIS, SU DOMINIO NATURAL O IRRADIACIÓN, SU ORIGEN RELIGIOSO. SABERLO NOS PROTEGERÁ DE PROFANAR Y NOS AYUDARÁ A CONTINUAR LA MEMORIA COLECTIVA DEL UBUNTU AFRICANO, EL “SOY PORQUE SOMOS” PARA QUE NO SUCEDAN NUNCA MÁS LA INJUSTICIA Y EL OLVIDO CONVENIENTE A QUIENES OPRIMEN. Es igual que tocar el tambor africano el que fuere; estás llamando, despertando energías, abriendo puertas que no está en nosotros cerrar. Si desconoces la historia estarás en el aire; vuelas o te caes. Prueba del poder energético del toque y danza afro es el atractivo que producen. Hay trance, entrega, liberación, la gente ríe y llora a veces, se conmueve, goza, olvida penas, se siente mejor que antes de bailar, flota. Eso no es casualidad. Es una descarga de fuerzas o fluidos no visibles, una irradiación positiva, negativa o mezclada, que de alguna parte viene y algún lugar va a ir inexorablemente y no siempre sabemos o logramos canalizarla. No es para asustar sino para disfrutar a pleno. Si algo tiene dueña o dueño, pedís permiso antes de usarlo, es lo que corresponde. Capaz tocaste y bailaste mil veces y nunca sentiste nada raro. Mejor. Alguien te ampara, hay una conexión directa que por alguna razón nació contigo. Seguro va a llegar el momento de reconocimiento a esa protección, o tu ofrenda es la entrega artística trasmisora y listo. Lo misterioso es misterio y mejor así. Es cualidad humana el descubrimiento. Sé que "Los tambores no se tocan sin razón" como dice el proverbio africano. Aquí no se agota la meditación, es un pequeño aporte. Perdón por traer dudas a las preguntas; y tal vez más preguntas que respuestas a este pienso grupal al que aspiro; solo busco ayudar a la búsqueda colectiva. Es hora de que hablemos quienes somos portadores de la cultura; sin despreciar a la academia y a su vez recuperando nuestro espacio cultural protagónico en la vivencia de la memoria histórica. Que nadie nos cuente lo que traemos en la piel y en el alma. Escribo para buscar en mí lo que me pone alerta cuando se baila Orixás, Caboclos, Pombagiras, Maes de Aguas, Ibejis, Xuremas, Exús, etc., sin saber por qué ni para qué, ni la esencia, ni la historia política que generó esa historia, y menos que menos su identidad religiosa espiritual. Solo invito a pensar. Además África no es un país sino una enorme masa continental como para que se diga “danzas afro” como un genérico que podría incluir un grandioso “cualquiercosario”. ¡Atención! Me preocupa que la preciosa filosofía religiosa de matriz africana se ponga de "moda", y eso contribuya a la vanalización de lo sagrado negro, colaborando indirectamente a acentuar la subalternidad de los pueblos de cuna africana portadores legítimos de esas costumbres sacras. Todas y todos somos víctimas de un sistema explotador y racista, de supremacías culturales y raciales que se imponen aún hoy ideológica y económicamente, un peligro para la humanidad. La herramienta artística es poderosa fuente de difusión de saberes, creencias y culturas afroindígenas sojuzgadas durante la invasión colonial. Usémosla legítimamente con amor, dignidad y ancestral devoción. NO SOMOS PIEZAS DE MUSEO SOMOS PATRIMONIO VIVO. ¡Axé! Mae Susana Andrade – maesusana@hotmail.com (0598) 099215451

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