domingo, 16 de marzo de 2014

Seguirán creyendo que soy bruja

Imaginen lo que es estar en la varonil República de la Parva Domus una mujer, en pleno y costero Montevideo del Uruguay -otra República- hablando nada menos que de religiosidad africana.
Fui invitada por la Alianza por la Educación y la Laicidad-APEL, instituto laico de estudios contemporáneos fundado en 1948, integrante de la Federación de Instituciones Laicas de América, a dar una charla sobre “Religión, religiosidad y laicidad”, siendo los otros panelistas el Dr. Miguel A. Semino, Dr. Ricardo Grasso, Prof. Mario Dotta (moderador) y el antropólogo Nicolás Guigou.
La Parvense es una fraternidad que une a varones amantes de la sana recreación, donde imitan con rigurosidad y protocolo el funcionamiento de una nación con todo y autoridades. Hay ocasiones en que abren las puertas a las familias y una vez por año hacen su desfile tradicional por Bulevar Artigas con ropas y atavíos típicamente disparatados; así son sus actividades entre ceremoniosas y cómicas. Muy bueno para el espíritu la cuestión de la diversión por la diversión misma. Y aunque en el taller primó una actitud seria de avidez de conocimiento, es notoria la inclinación a la alegría que se percibe en el ambiente y afloró directa a la hora del brindis.
Un placer realmente estar allí.
Entre el nutrido y positivo público, había masonería masculina y femenina lo cual fue una feliz novedad, pues ignoraba que hubiese logias masónicas de mujeres. Había también laicos, católicos y de otros colectivos sociales, todas y todos con muchas ganas de escuchar.
Felicito a la organización por la cálida humanidad con que fui recibida en un lugar tan simbólico y cargado de historia.
Nuestro planteo fue sencillo y resumo. Hasta antes de los gobiernos de izquierda, el Estado laico suponía negación o prescindencia del hecho religioso en la esfera pública.
Desde el 2009 y entre las políticas frenteamplistas de justicia social, tenemos un concepto oficial de laicidad inclusiva que se inserta en el terreno educativo alentando a la información sobre las diferentes confesiones existentes en el país.
Este principio vendría a sujetar y guiar las libres interpretaciones con respecto al alcance de la definición de laicidad. Es de meridiana claridad, tanto como preceptivo y un compromiso legal a cumplir por el Gobierno.
Dice la Ley de Educación 18.437 Art. 17: “El principio de laicidad asegurará el tratamiento integral y crítico de todos los temas en el ámbito de la educación pública, mediante el libre acceso a las fuentes de información y conocimiento que posibilite una toma de posición consciente de quien se educa. Se garantizará la pluralidad de opiniones y la confrontación racional y democrática de saberes y creencias”.
El conocimiento es libertad.
Es urgente que se sepa debidamente qué somos y qué no somos los afroumbandistas aunque eso no repare siglos de invisibilización, hegemonías culturales, monopolios religiosos y actuales ataques fundamentalistas que contribuyen al menosprecio, ridiculización y demonización de la religión umbanda y los cultos afro.
Es muy difícil vencer los preconceptos que anidan en los corazones de la gente. Nos debemos, en la región más “gringa” de Suramérica, un debate sobre religiones, identidad local y desigualdades estructurales.
Dialogar es imprescindible para convivir, comprendernos y respetarnos en nuestras diversidades culturales que son parte de la historia de la humanidad.
Una delicadeza obsequiarme flores, y fui la ganadora de la rifa que se hizo en el evento, ante lo cual tuve que aclarar que no había hecho ningún hechizo para lograrlo, provocando risas y un aplauso espontáneo.
Es mi karma; creo que seguirán creyendo que soy bruja.
Parva Domus Magna Quies, “Casa chica gran reposo”; yo creo que ustedes no lo saben, y son una religión.
¡Muchas gracias!
http://www.republica.com.uy/seguiran-creyendo-que-soy-bruja/

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